Augne, experiencia gourmet

Abril 5 al 8, 2023

Hola, soy Juan de nuevo. Aquí me tenéis otra vez para contaros otra aventura en moto, que acabó siendo una experiencia gourmet muy especial, que os voy a contar en detalle.

Como comenté en el blog anterior, salimos con Eric y Cuto de Luxemburgo en dirección al parque natural de las mil vacas o “millevaches”, en dirección al departamento de Augne;  la verdad es que es un poco desconocido en Francia, pero es una maravilla para los moteros, teniendo menos de 130 habitantes!

El equipo

Salimos los tres con muestras BMW 1250GS, Cuto y Eric con su equipo de 3 maletas, mientras que yo iba con las dos maletas laterales y la bolsa impermeable Mosko, sustituyendo a la maleta trasera. Esta combinación de maletas fue un intento que no salió bien, ya que os diré que como mejor voy, es sin las maletas laterales, con la maleta trasera y con la bolsa de Orlieb (cuando entres en el enlace, pasa una página abajo, y es como la amarilla pero en color naranja, de 40 litros) en el asiento de atrás. Se pasa mejor entre los coches, si hay que pasar, y sobre todo voy más ligero, tanto en la moto como en mi cabeza.

Hablando de equipo, creo que es hora de cambiar de botas; como me dijo Cuto;

¿Juan, has mirado las suelas? ¿Las suelas?, le respondí yo. Hombre estarán un poco viejas, le contesté; pero no, no las he mirado. 
Al mirarlas, y ver el agujero, fue un momento bastante intenso, así como ver que la suela, como tal, casi había desaparecido. Han pasado 8 o 9 años desde que las compré, así que tiene sentido el cambiarlas en un futuro próximo.

Me quedé realmente alucinado del estado de la suela, por llamarla de alguna manera

Le Moulin des Rouats

Teníamos unos 800kms desde Luxemburgo a Augne, así que partimos el viaje en dos días.La idea era salir tranquilamente por la mañana de Luxemburgo, y dormir a mitad de camino. La propuesta de ir a dormir al Moulin de Rouats, en Avallon, fue aceptada por unanimidad.

Esta fue la ruta que seguimos hasta el hotelito.

Yo empecé a hacer el LWS (Long Way South), siguiendo a Ewan McGregor y Charley Boorman que lo hicieron en 2004, y al ver sus videos y sus viajes decidí que yo también podía hacer mis mini-viajes de Luxemburgo a España, llamándoles también LWS, ¡cómo no!. Hay una serie de videos en you tube bastante espectaculares y muy chulos, y éstos dos se hicieron super famosos; luego hicieron más viajes por todos los continentes, poniendo las motos BMW y los viajes largos muy de moda.

Fue en uno de mis primeros LWS donde conocí este hotelillo, que tiene una rueda de molino espectacular, al lado de un rio cerca de Avallon, y me gustó mucho ya que era un sitio especial. De hecho, creo que hemos conocido ya a dos o tres propietarios diferentes desde la primera vez que fui, allá por el año 2007, más o menos. Las primeras dueñas que conocí eran encantadoras, y me acuerdo de que era imposible decirles que dividieran la cena y las cervezas todo por dos, cuando íbamos con Cuto, para unirlo a las habitaciones. ¡Que lío se armaban! Pero eran encantadoras.

Descansando en el molino

Está en un valle al lado de Avallon, donde cambia el paisaje por completo, con un río bravo en un valle muy estrecho que dura unos kilómetros sólo, y que con su fuerza daba vueltas a la rueda del molino. Las primeras veces veía como el agua movía la rueda, era precioso, pero ahora está ya muy desaliñada, y sirve solo para hacer la foto. 

Ya enmohecida, no creo que la vayan a arreglar

Estuvo todo bien, bueno, sobre todo las habitaciones, ya que los nuevos dueños las habían puesto al día y estaban más actuales. Pero la comida no fue nada del otro mundo. 
En la carta se podía elegir 3 menús, el normal, el plus con los quesos, y el más caro. Me gustó que hubiera trucha en el normal, y fui a por ella. Sacaron un poco del lomo de la trucha, ni siquiera estaba entera, junto con unas verduras al punto. ¿Que si tomé trucha? ¡Pues la verdad, no lo sé, no lo puedo asegurar ¡ Les dejé una reseña en Google al respecto.

Menos mal que habían arreglado la gravilla al entrar en el hotel, ya que unas horas antes no hacíamos mas que pensar en lo complicado que iba a ser meter la motos en el hotel

Ranch des lacs

Al día siguiente, después de desayunar, salimos hacia el Ranch des Lacs. Comenzaba el espectáculo.

Este pequeño hotel de 5 habitaciones está en mitad de la nada, en Augne. Lo regentan Françoise y Jules; ¡él cocina y ella hace todo lo demás!

Nos dejaron aparcar en la puerta, o sea, en un camino que lleva al hotel

Lo descubrí haciendo research, y algún día os contaré, en otro blog, como preparo los viajes y los hoteles, como por ejemplo éste, y como se encuentran estos “diamantes en bruto” . 

La primera vez que fuimos hace 2 años, éramos 5, 3 con BMW 1250 GS y 2 con Harley Davidson (una buena combinación ¡). El hotel está rodeado de vacas Limousine, conocidas por su espectacular carne. 

Cuando hablé con Françoise nos propusieron para las dos cenas del viernes y sábado, unos entrecotes para el viernes y una fondue para el sábado, así que nos pareció todo estupendo.

Por si fuera poco, tiene una cava de vinos con más de 400 botellas, todas con su número para identificarlas, la mayoría de Francia, y una guía de cada una de ella expuesta en una mesa en el centro de la bodega. Tú bajas, miras todo bien, las botellas, los precios, y te subes con la(s) que quiera(s) unos 30 minutos antes, de cenar, ya que así Françoise te la abre y la escancia en un vaso enorme dejando que se airee.

La noche de los entrecotes es muy especial. Jules te deja entrar en la cocina para ver como los hace, durante unos minutos. La carne, la pieza entera, tiene una maceración de 7 meses en el frigorífico, sin ningún añadido, estando los 7 meses,exactamente, a 2 grados. 

A los 7 meses, cuando la pone en la cazuela, como se puede ver en el video, Jules la hidrata con mantequilla de la granja de al lado, que te da a probar, por supuesto. La hidrata y la calienta con más y más mantequilla, que va añadiendo a medida que se derrite encima de la carne.
A la derecha podéis ver la fondue que preparaba Jules, el caldo, que tomaríamos al día siguiente.

Es un proceso diferente que merece la pena probar, así que volvimos una segunda vez a probarla de nuevo.

Tienen un concepto “local” para todo lo que sirven, y además toman sus propias decisiones, como la de no tener coca cola; en fin, lo dejaré ahí.

Todo ha de venir de las granjas de al lado, de cerca de donde tienen el hotel. La miel de la granja a 300m, la fruta de aquí de la señora de patatin, en fin, todo es confeccionado en su departamento, y están muy orgullosos de ello. Y hay que decir que todo es sensacional, así como lo que hacen ellos mismos, como las enormes hogazas de pan (con y sin gluten), y tira y sigue.

La fondue consiste en un caldo de carne, donde echan 32 especias; en fin, es algo diferente y especial, teniendo en cuenta que la carne es de por sí, ya bastante buena.

Al día siguiente nos recibieron con este desayuno, nos sorprendieron por lo bueno y precioso que estaba puesto.

De hecho, la mesa con el desayuno era para 8 personas, no sólo para nosotros tres. Había 5 más que habían aparcado sus coches al lado del hotel

A estos 3 cochazos no les dejaron aparcar en frente del hotel !

Resultaron ser dos parejas, una de nuestra edad y otra más joven, y otra persona que iba sólo, que era el mayor de los 5. ¡Eran de Limoges y habían venido a cenar la noche anterior, pero no nos dimos cuenta ya que estábamos muy concentrados en los entrecotes!

Entre otros comentarios, comentaron que en Limoges las luces de la ciudad se apagan a las 23h y que a las 5h45, por temas de coste. Aproveché, como habíamos visto los coches que llevaban, para preguntarles como cargaban por la noche los coches eléctricos, y claro, se montó una buena discusión ya que según ellos, los coches a pilas, eran un atraso colosal ¡

Esa mañana salí a pasear a las 8am, ya que habíamos quedado a desayunar a las 9am, y es que había que bajar un poco el exceso de colesterol de la noche anterior con los entrecotes. 

De hecho, no pudimos acabarnos todos los entrecotes, y se le ocurrió a Cuto el pedirles que nos los pusieran tipo pique nique para el día siguiente. Le pedimos a Francoise que nos preparara un un poco del pan que hacían, las super hogazas de Jules, junto con jamón de york, queso, y la carne que no pudimos terminar la noche anterior. Eran 1.7 kgs de dos entrecotes para nosotros tres; infame.

Ella añadió, sin que se lo pidiéramos, 3 mandarinas, unos tomates, pepinillos y alguna cosa más. Realmente estupendo.

Cuto preparó una excelente ruta por el parque de millesvaches y nos fuimos a comer a un lago en las montañas, donde estábamos prácticamente solos. Al ir a este lago, probamos a hacer el primer vuelo de SPY, un mini dron que he empezado a probar, y con el que tendré que experimentar y mejorar bastante, hasta que nos pueda seguir mientras conducimos en moto.

SPY

Pique nique

Con su leatherman, Cuto preparó todo de vicio
Eric aprovechó para descansar
Lac de Vassiviere, precioso

La persecución !

A la vuelta, Cuto y yo decidimos salir a pasear, mientras que Eric se quedó descansando. Como habíamos llegado sobre las 17h, teníamos un par de horas para pasear, charlar de nuestras cosas, mientras nos adentrábamos por caminillos que llevaban a granjas aisladas, rodeadas de vacas Limousine por todas partes.

Al ir andando por el camino que nos indicaba la flecha de la foto, «la boucle d’Augne», vimos una furgoneta con las puertas traseras abiertas que llevaba unos cilindros relativamente grandes. 

Juan, me dijo Cuto, eso son abejas. No vimos al apicultor mientras pasábamos, y seguimos camino adelante. 

Cuto estaba mirando el teléfono para saber a dónde íbamos, ya que, aunque el cartel decía de era una “loop” de 4kms, nosotros no lo veíamos claro. En un momento dado decidimos volver, porque nos alejábamos más y más.

Un camino delicioso campestre hasta que …

De pronto sentí un picotazo en el lóbulo de la oreja derecha. Joder, pensé yo, ¡que mosquito más desagradable, puñetero y super punzante! Yo odio a los mosquitos.

¿Mosquito? No, no, …, de pronto oímos un bzzzz, y eran las abejas que empezaron a perseguirnos como locas. Corrimos como descosidos, como si no hubiera un mañana, como si nos fuera la vida en ello. 

Yo llevaba una gorra y me iba dando con ella por la cabeza, por todos los lados, mientas gritábamos como si nos estuvieran descuartizando vivos.

En las películas siempre aparece un lago, de pronto, te tiras al agua y todo se acaba; pero aquello no tenía fin, ¡y no había lago alguno!

Nos cruzamos con un señor mayor con bastón, que se sonreía mientras le decíamos que nos estaban atacando las abejas, y él seguía su curso como si no pasara nada.

Al final, ya cerca del hotel, dejamos de oír el bzzzz constante por todos los lados, después que Cuto matara a una abeja con mi gorra que me tenía completamente asediado, era invencible e inatacable con mi gorra, sin parar un solo segundo, 

Situación : Cuto me saco dos aguijones, uno el de la oreja y otro en la cabeza, y yo no vi que él tuviera ninguno. En fin, luego se hinchó donde me habían atacado, pero no fue a más. Fueron 5 minutos realmente angustiosos.

Como nos confirmó Françoise, que era la teoría de Cuto, cuando el apicultor las saca de los cilindros y las mete en los panales, las abejas se alteran, y pasamos justo cuando estaban más alteradas.

Nos tomamos dos cervezas Leffe (interesante saber de donde vienen y como se producen en el enlace!) que, junto a una charcutería de lujo que tenían, no sé cómo se llamaba aquello, pero nos lo dijeron, nos fue calmando poco apoco el espíritu.

Fue una excursión fantástica, donde además nos hizo bastante buen tiempo, con sol, muy diferente al blog anterior donde sufrimos bastante para llegar a Luxemburgo desde España.

La vuelta a casa

Al día siguiente, cada uno nos volvimos a nuestras respectivas casas, y en mi caso hice noche en Aspet, en mi B&B preferido en los pirineos, ya que la distancia hasta mi casa era de 1050 kms.

Volviendo ya hacia los Pirineos, sólo pude encontrar un sitio abierto en un domingo para tomar un café, y estaba cerrando. Eran unos jubilados que habían reservado el restaurante para algo especial para ellos, y claro, a las 14h estaban cerrando el local. Ahí pude tomarme un coca zero, de esas que no había en el Ranch des Lacs.

Los protagonistas

De derecha a izquierda, Eric, Cuto y yo

2 comentarios en “Augne, experiencia gourmet”

  1. Me has hecho reír con las abejas.
    Y que ha pasado con la bota? No sentías frio en los pies? La cambias o te vienes con ellas a USA?

    Espectacular el blog. Me encanto.

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